La Paz, 23 oct.- La Organización de Estados Americanos - OEA abrió el debate sobre el caso boliviano, reafirmando las conclusiones de la Misión de Observación Electoral - MOE que estuvo presente en el país y que cuestionó la transparencia en la difusión de los resultados preliminares de los comicios. La mejor opción para Bolivia sería la segunda vuelta, se expresó en el Consejo Permanente.

La reunión se desarrolló esta mañana en la sede de la OEA, Washington Estados Unidos, con la presencia del secretario general Luis Almagro, pero sin el canciller de Bolivia, Diego Pary, quien había solicitado suspender la audiencia hasta la tarde, pues no había una combinación de vuelo para su arribo más temprano.

La OEA instaló la sesión extraordinaria del Consejo Permanente para tratar el caso boliviano.
La OEA instaló la sesión extraordinaria del Consejo Permanente para tratar el caso boliviano. (Foto:CAPTURA OAS)

El director Gerardo de Icaza dio lectura a las conclusiones del informe de la Misión de Observación Electoral y en una parte remarcó la importancia de volver a las urnas, aunque el margen de diferencia entre los candidatos Evo Morales y Carlos Mesa sea de 10 puntos, lo que daría como ganador en primera vuelta al mandatario y jefe del MAS.

"En el caso de que, concluido el cómputo, el margen de diferencia sea superior al 10 por ciento, estadísticamente es razonable concluir que será por un porcentaje ínfimo. Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta", leyó De Icaza.

Los datos oficiales, preliminares, del Tribunal Supremo Electoral - TSE de Bolivia, mientras se desarrollaba la sesión del Consejo Permanente, daban 46,49% para el MAS y 37,01% para Comunidad Ciudadana, a 96 por ciento de avance del cómputo de actas verificadas.

El dato contrasta con la proyección no oficial del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares - TREP, que el lunes al 95 por ciento de avance daba 10% de diferencia entre ambos candidatos, declarando ganador a Morales para un cuarto mandato. Aquello desató la convulsión social en el país.

El embajador de Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo, cuestionó la transparencia del proceso electoral y la “estrategia” de Morales junto al ente electoral para alterar el sistema democrático boliviano.

“El presidente Evo Morales no se dio cuenta de su falta de popularidad, creyó que iba a ganar en primera vuelta y cuando se dio cuenta que no era así cerraron el proceso electoral, dijeron que se trataba de problemas de computación, pero eso no tiene sentido”, dijo Trujillo en plenaria.

El embajador de Brasil, Fernando Simas, cuestionó las irregularidades en la transmisión de datos de los resultados finales, la renuncia del vocal Antonio Costas y el silencio del TSE en medio de las protestas ciudadanas. En ese marco, también lamentó y reprochó cualquier acto de violencia en Bolivia.

A su turno, el representante de Colombia, Alejandro Ordoñez, respaldó las observaciones de la Misión de la OEA y recordó que su país elevó la opinión consultiva sobre la reelección como derecho humano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos - CIDH, bajo la premisa de que cualquier acción para perpetuarse en el poder es un riesgo para las democracias en la región.

Ordoñez dijo que con estas manipulaciones, por encima de las leyes y constituciones de los países, se pasa de las democracias a dictocracias y luego, a las dictaduras.

Por el lado de los países de extrema izquierda, la embajadora de México, Luz Elena Baños, cuestionó a la OEA por tratar de “atribuirse competencias” y no respetar los procesos internos de los países. Esto, en vista de la petición de auditoria de la OEA al proceso electoral boliviano, en el que se pidió tener efecto vinculante.

“La función de la MOE es de asistencia, no de determinar resultados en las elecciones”, refutó Baños. Pidió que se evite la “instrumentalización política de las acciones de la OEA”, por algún sector de oposición en Bolivia.

El embajador del Estado Plurinacional, José Gonzales, finalmente, explicó que el sistema TREP nunca comprometió dar resultados al 100%, por ello pidió que se espere el cómputo final que todavía está en proceso y en el marco del plazo regular de tres días, como históricamente se cumplió en todas las anteriores elecciones.

El funcionario de Evo Morales justificó el retraso en la entrega de actas rurales por la falta de internet en algunos pueblos. Reiteró que el proceso fue normal y transparente y que el cómputo final definirá si existe o no segunda vuelta.

Para mañana se programó la presencia del canciller boliviano Diego Pary, para explicar el estado de situación democrática en Bolivia, además de determinar si la auditoria que el propio Gobierno pidió a la OEA será a los resultados o, como pidió Almagro, a todo el proceso electoral con carácter vinculante al resultado final.