Ese día, lunes 6 de junio de 1825, con la participación de los electores de la Villa de Tarija, de Concepción, de Camataquí (hoy Villa Abecia), San Lorenzo, Padcaya, Tomayapo, San Luis de Salinas, Itaú y Caraparí, eligió a sus tres diputados: José Mariano Ruiloba, Baltasar de Arce y Joaquín de Tejerina para que participen de la Asamblea convocada por Sucre, porque si bien éste no mencionó a Tarija en el Decreto y Reglamento Electoral del 9 de febrero de 1825 (Art. 10), el pueblo tarijeño conceptuándose parte indisoluble de la provincia de Potosí y por ende del Alto Perú, resolvió manifestar su expresa voluntad de continuar formando parte del mismo. La parte resolutoria del acta, refleja de manera contundente este negocio jurídico-constitucional.

Tarija, Bolivia.“…En cuya virtud y de haberse concluido la anterior elección, por la que se ha hecho un escrutinio de los votos con toda formalidad y arreglo, han resultado nombrados electos Diputados por parte de ésta Provincia para el Congreso General del Perú, el Señor Cura y Vicario Foráneo de ésta dicha ciudad Doctor Don José Mariano Ruiloba; el Señor Cura y Vicario de la Concepción, Doctor Don Baltazar de Arce y Don Joaquín de Tejerina. El primero por votación total de diez y seis; el segundo por pluralidad absoluta de doce votos, y el tercero por la misma pluralidad absoluta de catorce votos, cuya votación ha sido inmediatamente publicada á presencia de la misma Junta Electoral, aceptada por los nombrados y aprobada en todas sus partes, sin que ningún individuo haya puesto objeción alguna.

De este importante documento, es necesario que proyectemos tres aspectos por demás sugestivos y, que no deben ser soslayados por ninguna razón. Se trata, de reconocer la decisiva influencia que tenía Bernardo Trigo sobre las autoridades electorales y el propio cuerpo de electores. Por un lado, podemos constatar que los ciudadanos elegidos para Diputados: Baltasar de Arce, José Mariano Ruiloba y Joaquín de Tejerina y Hurtado, fueron propuestos por Bernardo Trigo y, fue la “plancha” que sistemáticamente fue respaldada y también propuesta por el resto de los electores, salvo algunas excepciones razonables. Por otro lado, figura el nombre de José Felipe de Echazú, cabeza visible de la corriente proargentina y contrincante de Bernardo Trigo como candidato a Diputado. Fue, Baltasar de Arce, quien postuló a Echazú. Y por último, se puede verificar que el nombre de Echazú no aparece al pie del Acta de tan significativo acontecimiento, por motivos harto comprensibles.

Llega por fin el 6 de agosto de 1825. Un día sábado. Ese día, nace la República de Bolivia y; entre los temas pendientes para el nuevo Estado, está la célebre “cuestión de Tarija”, problema que no sólo estaba enfrentando a los gobiernos de las incipientes Repúblicas de Bolivia y Argentina respectivamente, sino también, al Libertador Bolívar y al Mariscal Sucre. Cada uno, tenían sus propios argumentos y muy visibles, desde que; por un lado Sucre emite el Decreto el 9 de febrero y; por otro, Bolívar mediante otro de 16 de mayo del mismo año, había suspendido el reconocimiento de la nacionalidad de Bolivia por parte del Perú. El Gobierno de Lima, acabó reconociendo la autonomía de Bolivia el 18 de mayo de 1826. Pero, si bien los “trigistas” vencieron en junio, los “echazucistas” celebraron el rechazo de los Diputados tarijeños ante el Congreso boliviano y; de inmediato desarrollaron una estrategia: la convocatoria a los electores de Tarija, San Lorenzo, Valla de la Concepción, Padcaya, Santa Ana, Valle de San Luis (hoy Provincia O’Connor), Salinas y el Valle de Abajo (Provincia O’Connor), Tomayapo y Tojo quienes ante las autoridades electorales de turno eligieron como Diputados ante el Congreso argentino y la Junta provincial de Salta a: Joaquín de Tejerina y Hurtado, José Mariano Ruiloba. Este proceso, tuvo como principal protagonista al Dr. José Felipe de Echazú, que fungiendo como Teniente Gobernador convocó a la población y al Cuerpo Electoral el 27 de agosto de 1825, a los veinte y seis días de nacida la República de Bolivia: el 6 de agosto de 1825, sin que los Diputados tarijeños hayan firmado el Acta de la Independencia de la Bolivia.

Mapa de Tarija, Bolivia.Ante los resultados tan halagadores a favor de la corriente del Plata, que en verdad no eran tales, los adversarios –léase “trigistas”– no estaban derrotados. Todavía podían poner serios contratiempos. De acuerdo a las fuentes consultadas para este trabajo, en la Villa circulaban panfletos contra los argentinos. Por esa y otras razones obvias, el Gobernador de Salta y temperamental Gral. Juan Antonio Álvarez de Arenales, mediante Bando promulgado en la misma Villa de Tarija prohibió la instalación y celebración de Cabildos Abiertos. Ello sucedió el 13 de septiembre de 1825:

“…En consecuencia y bajo tas  penas arvitrarias que indefectiblemente se aplicarán, se prohiben del todo semejantes procedimientos como igualmente los que se llaman Cabildos Abiertos, y todo acto y reunion popular-arbitraria que en sentido ninguno no son otra cosa que funestas asonadas, o tumultos que arrastran tras de sí el desorden, la inquietud, la guerra civil, y toda clase de males a la sociedad…”.

“MANIFIESTO DE TARIJA”

Por la trascendencia que significó la resolución del pueblo tarijeño que, reunido en Cabildo Abierto el martes 17 de octubre de 1826, ratificó –por cuarta vez consecutiva– su expresa voluntad de pertenecer a la República de Bolivia; y para los fines consiguientes, transcribo este monumental manifiesto, cuyo original lamentablemente ha desaparecido y; con ello, uno de los documentos más valiosos e indiscutibles sobre ese emblemático acontecimiento del Calendario Histórico de Tarija y por ende de la República. A pesar de ello, conservo en mi archivo personal una copia de la última página que, felizmente, corresponde a la parte resolutoria que dice: “…Presentará el admirable espectáculo de un pueblo que inerme, pero amigo de la libertad, del órden y de sus derechos, consiente ántes en desaparecer de la tierra, que dejar de ser boliviano. Su voluntad es pertenecer á Bolivia, y sin Bolivia no quiere existir en el mapa geográfico.- Esta es la última y solemne declaración que de nuestra propia voluntad, libremente y sin coacción alguna, hacemos por el pueblo que representamos y que presentamos al juicio de los hombres imparciales de todo el mundo que amen el bien de sus semejantes.- Tarija, octubre 17 de 1826.

Bernardo Trigo.- Manuel Balverde.- Isidoro Pantoja.- Ignacio Mealla.- Juan Ramón Ruiloba.- Manuel de Leaplaza.- Agustín de Mendieta.- José Antonio Vásquez.- Mariano Cecilio de Trigo.- Gavino Ibáñez.- Manuel José Hevia y Vaca.- Nicolás de Ichazo.- José Francisco de los Reyes.- Eustaquio Méndez.- Juan José Mendieta.- Melchor Ortiz.- José Morales.- Gregorio de León.

Elías Vacaflor Drakis
El historiador Elías Vacaflor nos ofrece una página de la historia de la tierra chapaca que debe ser conocida por todos los bolivianos.