20 mar.- Afición fundida a la osadía, son los adjetivos apropiados para describir los 100 años, del desarrollo de la actividad cinematográfica en la Ciudad de El Alto.

Hace un siglo, el cine silente aún, era la característica en el país, que ya superaban las dos décadas de sus empredimientos, a los que sin pretenderlo, se adscribió el territorio alteño, como locación accidental e incidental, condición que le permitió ser incorporado a este fascinante arte.

En el Día del Cine Boliviano

En ocasión de la celebración el Primer Centenario de la Fundación de la República de Bolivia en 1925, se prepararon una serie de actos y de variada naturaleza, las que fueron registrados en imagen fijas, y también en las de movimiento.

El 12 de agosto de 1925, en adhesión a la celebración de esa augusta fecha, el Arzopisbado de La Paz, inauguró la estatua al Sagrado Corazón de Jesús en el borde de La Ceja  de El Alto de La Paz. Las circunstancias de ese magno acto, fueron registradas por una cámara filmadora, en ella,  puede advertirse un parcial entorno de esta futura ciudad, y un gentío organizado. 

Esta película cortita de casi dos minutos y medio de duración, podría ser considerada como el inicio del cine en la Ciudad de El Alto. No se cuenta con la identificación de sus promotores, ni de sus productores, menos de su exhibicion pública. Por tanto, ese "corto alteño", cumplirá una centuria, en este año.

También se tiene referencia que, 5 días después de ese hecho, existieron vistas en movimiento del "Gran Desfile Militar del Centenario", desarrollado también en territorio alteño.

El 5 noviembre de 1927, un incidente trágico ocurrido en territorio alteño, ameritó también ser registrado: el fusilamiento de Alfredo Jauregui, acusado de la muerte del presidente José Manuel Pando.

Las escenas por demás dramáticas, motivaron a los precursores del cine boliviano: Luis Del Castillo y Arthur Ponsnansky, a la perpetuación en imagenes en sendos filmes. Por lo singular y patético del hecho, las autoridades de la época, prohibieron su exhibición, incluso Del Castillo fue privado temporalmente de su libertad. La película de Del Castillo, se tituló: "El fusilamiento de Jaureguí”, sin rastro por muchos años, hallado después, y repuesto recientemente, con el título: “El bolillo fatal”.

Posterior a ello, Pedro Sambarino en 1928, filmó: “Festejos de la aviación”, y en los siguientes dos años, José María Velasco, exhibió: “Historia de la aviación”, obviamente, ambas recurrieron como locaciones del aerodromo, actual predio del Aeropuerto Internacional de El Alto.

Los primeros años de la década del 30 en el Siglo XX, este espacio geográfico, fue incorporado a las experiencias fílmicas de las partidas del ferrocarril y despedida de los soldados a la Guerra del Chaco. Asimismo, los vuelos aéreos, formaron parte de estas aventuras del “séptimo arte”.

Durante la Revolución Nacional de 1952, y casi inmediatamente después, el Instituto Cinematográfico Boliviano, filmó en el actual territorio alteño, diferentes incidencias de los actos del gobierno del Movimiento Nacioalista Revolucionario (MNR). Por otro lado, se conoce, que hace más de 5 décadas, la Alcaldía de La Paz, particularmente en La Ceja, y al aire libre, proyectaba películas, especialmente mexicanas, para distracción de la población

A finales de la década de los años 60 y principios del 70, a iniciativa de algunos vecinos alteños, improvisaron el funcionamiento salas de exhibición, como: el “Ingavi” en Villa Ballivián, “Libertad”, “Copacabana” y “El Alto”, en la Villa 16 de Julio, mientras en el sur, el Centro Juvenil Don Bosco de Ciudad Satélite, dirigido por el P. Pascual Cerchi, construyó una sala exclusivamente para este propósito, al que le siguieron, el Cine “Pacajes” de Villa Dolores, el Cine “Fanola” en Ciudad Satélite y el cine “Ross” en Villa Adela.

En 1977, el sub alcalde Miguel Aramayo Esquivel y el patricio René Valencia Valle, gestaron el futuro de un Cine Teatro Municipal, mismo contruído y posteriormente inaugurado en marzo de 1980, por la presidente Lidia Gueiler Tejada y el sub alcalde Guillermo Gutiérrez Villegas, y recién 6 años después, funcionó como sala cinematográfica, obviamente, con muchas dificultades. Lamentablemente, y desde hace muchos años, ese ambiente es usado para actividades culturales y otros, menos para proyección de películas.

Ese mismo año, Antonio Eguino Arteaga, propuso el emblemático  “Chuquiagu”, la película boliviana más vista en el país; el cineasta dedicó cerca al 30% del total del film a locaciones alteñas. Mientras que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a principios de los años 80, produjo una serie de cortos, principalmente con temáticas de los clubes de madres alteñas y de sus cotidianidades

La última década del siglo XX, por las características socioculturales de esta ciudad, empezaron y en varios lugares, curiosas experiencias: “los api videos”, que fueron salas definitivamente improvisadas de proyección de videos, y con películas de actualidad; los eventuales asistentes degustaban un api o un platillo popular, a tiempo de consumir el producto audiovisual.

La inauguración del nuevo siglo, posibilitó el funcionamiento de la Escuela Municipal de Artes, a través del taller de Cine, creada en 2001, experiencia que representó un serio soporte para la formación de nuevos actores y productores independientes. Pese a su cierre hace algún tiempo, los resultados aún generan impacto. 

Los hechos de 2003, sacudieron el hábitat social, política y económico de la población alteña, que también repercutió en la promoción de la industria cinematográfica: aparición y formación de actores y actrices, producción de films de la más variada envergadura, adecuación de la tecnología a las limitaciones económicas, generación de cultura hacia el consumo, incursión en el ámbito competitivo, etc. 

Las ONGs, también se alinearon con ésta “innovación cultural”: el Centro “Gregoria Apaza”, Casa “Wayna Tambo”, el CEBIAE, Fundación “Cuerpo de Cristo”, Fundación COMPA, el CEADL, el CISTEM, las universidades y otros, dentro sus modalidades, contribuyeron a esta vorágine audiovisual.

En 2004, nació el “Proyecto Red de Microcines Bolivia”,  del Centro “Yaneramai”, incluyó a la Ciudad de El Alto, dentro sus actividades, al que  le siguió, el proyecto “Compartiendo nuestra voces y nuestras miradas desde la butaca”,  promovido por el CONACINE y USAID en 2005, al margen de sus labores de formación y convocatoria a concursos, gestó la conformación del “Movimiento del Nuevo Cine y Video en la Ciudad de El Alto”, de prolífica producción, que entre sus ultimos trabajos, se cuenta con la convocatoria al 5° Festival de "Jisk'ametrajes 2025"

Propuestas que generaron a mayores iniciativas, como el "Festival de Cine Radical”, que incluyó a varias salas de El Alto. A finales de 2016, se organizó el “Ciclo de Cine Alteño”, que comprendió la exhibición de 4 películas en el Cine “6 de Agosto” de La Paz, y otra realizada en la Cinemateca Boliviana

Conviene anotar también, la estructuración y empredimiento de fecundas productoras de largometrajes, como: “Amaya Films” 2010 de Henry Contreras Vásquez; "Runa Cine", 2016 de Freddy Javier Ramos Alurralde; “Pronig” 2012 de Grover Quisberth Argollo;  “Sueños literarios” 2009 de Milton  Ramiro Conde Paz; "Productora UMA" 2009 de Ruben Condori Condori; "Xperimental Cine" 2010 de Doris Naymé Bustillos Salgado; "Proyecto Según yo" 2018 de Rodni Montoya; "EPROM"; "AGP Films" de Antonio Antezana, esta útima con tendencia a los documentales educativos, además de otras, y variadas productoras y con diferentes dimensiones e intensidades en sus productos.

Algunas muestras filmicas, que demuestran prosperidad e identidad al cine  alteño: “Las pandillas de El Alto”, 2009 de Milton  Ramiro Conde Paz; “Cuando las flores hablan” 2014 de Henry Contreras Vásquez; “Rostro sin rastro" 2011, "Con las alas rotas” parte I 2013, parte II 2014, parte III 2015, y "Al final del camino" 2016, todas de Grover Quisberth Argollo; "El pucho" 2017  y "Palomitay" 2019 de Freddy Javier Ramos Alurralde; "La awicha" de Doris Naymé Bustillos Salgado; "Pasajeros de la vida 2012" de Ruben Condori Condori; "Pelicula todo por nada" 2016 de Fernando Vega, Yakov Vega y Cristhian Macuaga Araujo; "Relatos clandestinos" 2015, reunió a varios cortos realizados en la escuela de cine alteña, y otras producciones que se encuentran, en procesos acelerados y muy prometedores, en un corto plazo. 

Sin embargo, un hito del cine aunque sólo se utilizó como locación a la Ciudad de el Alto, fue el film “Cholet: la obra de Freddy Mamani” del brasileño Isaac Niemand, inspirado en la “neoarquitectura andina”, estrenado en un festival de cine en Holanda, hace un par de años. 

En este tránsito al exterior, obliga relievar el trabajo de los actores: Fernando Abraham Peredo Verastegui "Cementerio de los elefantes" 2008, Juan Carlos Aduviri  "Tambien la lluvia" 2010, Rodolfo Calahumana Camacho "Al final del camino", 2016; la revelación actual, Franklin Aro "El ladron de perros" 2025, y otros que confirieron proyección y profesionalismo a la actuación.   

La tecnología no pudo estar ajena en este particular proceso. Se emplazaron mega salas modernas de exhibición: el Cinebol ubicado en Ciudad Satélite, que funciona desde noviembre de 2013, y el Multicine en Rio Seco, fundada el 4 de septiembre de 2019, cuyas ofertas se enmarcan en las modernas técnicas internacionales de proyección fílmica. Otra expresión y dentro la idiosincracia alteña, en esta linea de la tecnología, se observa el establecimiento de una infinidad de "minicines", que son cabinas minúsculas de exhibición para dos o tres personas. A su turno, el funcionamiento de los clubes de cine, pese a que experimentaron muestras esporádicas, postergan su manifestación regular.

En relación a las perspectivas del cine en esta ciudad, se conoció la premier: "Con las alas rotas" parte IV, en la inauguración del Centro Cultural "Kayuky" (Caminando), ente dedicado principalmente a la proyección de películas. La apertura coincidirá con la celebración del Día del Cine Boliviano, el 21 de marzo de 2025. Este  centro esta ubicado en Villa "14 de septiembre" del Distrito 8, es dirigido por Grover Quisberth Argollo. Por otro lado, "Amaya Films", concluyó el guión de un largometraje de una pelicula referida a la trata y tráfico de personas, y en breve empezará su rodaje, según su director Henry Contreras  Vásquez, la premier se prevé para 2026. 

Esta dinámica, ajetreada y productiva de la trayectoria del cine alteño,  estimuló elucubraciones y refelxiones de un crítico de la cinematografía nacional:  Claudio Sanchez; en sus "Notas y críticas (II). Textos libre sobre cine" 2020, calificó con mucha elocuencia y propiedad: "La necesidad de separarse de La Paz, parece generar formas de representación que ya no coinciden con un cierto “cine clásico”, en el que los personajes marginales viven en la periferia, hay aquí una nueva e interesante forma de reconstruir imaginarios y cualidades sociales, que ya no coinciden con el estereotipo de hace cuarenta años" 

Consecuentemente, la inicial osadía que se fusionaba con la afición, despues de 100 años, se tradujo inclusive en profesión y una halag­ueña proyección, es decir, para la luz, la cámara y la acción, su trabajo será más árdua y desafiante, como las otras manifestaciones por donde transita y transitará la Ciudad de El Alto.

Por: Johnny Fernández Rojas (periodista e historiador alteño)