La Paz, 18 abr.- La Central Obrera Boliviana (COB) celebró este miércoles su 67 aniversario en la casa matriz del ente laboral, dirigentes y exdirigentes convocaron a los trabajadores y a los movimientos sociales a continuar con el “proceso de cambio”. Dirigentes de la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de El Alto (FSTPEA) entregaron un reconocimiento, recibieron aplausos por parte de los sindicatos y federaciones.

“Todos los trabajadores debemos mantenernos unidos para fortalecer a la clase obrera y trabajadora, justamente es el momento de hacer el compromiso de seguir con la lucha, unidos vamos a lograr muchas cosas”, afirmó Milton Gómez, ministro de trabajo.

Dirigentes de la FSTPEA recibieron aplausos por parte de los sindicatos y federaciones
Dirigentes de la FSTPEA recibieron aplausos por parte de los sindicatos y federaciones

A juicio del secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, llamó a sus afiliados a contribuir con propuestas para la agenda 2025 y 2030, que justamente promueve el denominado proceso de cambio como su meta más importante en la actual coyuntura.

“No cabe duda que la historia del país a partir del proceso revolucionario de 1952 está unida a la lucha de los obreros, nosotros como  trabajadores de la prensa queremos acompañar los procesos revolucionarios del país y su lucha histórica en contra de los gobiernos militares”, declaró Wilson Laime, secretario general de la FSTPEA.

La COB tuvo un período de conciencia y madurez política entre la revolución del 52 y la propia fundación de este máximo organismo matriz de los trabajadores bolivianos, sostienen varios historiadores. El desarrollo posterior de dicha organización derivó en un control hegemónico del poder político del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) con la elección de su máximo dirigente Juan Lechín Oquendo, figura emblemática del sindicalismo boliviano.

A partir de los postulados de la tesis de Pulacayo (1946) la clase obrera mostraba su impulso y su conciencia revolucionaria en la que se planteaba la necesidad de la toma del poder. La Revolución de 1952 no fue una Revolución proletaria sino policlasista, pero estuvo fiscalizada por la fuerza obrera que inmediatamente tomó su cuota de poder en la conducción del estado.

Esta situación planteó la presencia de ministros obreros (por ejemplo Juan Lechín o Germán Butrón) y una especie de dualidad de poderes ya mencionada por el investigador Zavaleta Mercado. La COB tenía poderes de decisión en la elección de muchos cargos importantes y fue factor determinante para la nacionalización de las minas y la reforma agraria. Fiscalizaba, a través del Control Obrero (que era individual y no colectivo) la administración de COMIBOL y otras importantes empresas estatales.

A 67 años de su existencia la COB parece buscar un nuevo rol político y social, aunque en un camino complicado y con debilidades internas.

AM/EABOLIVIA.COM