La Paz, 19 mar.- Hoy en día, está en franco aumento la participación y la implicancia del padre como modelo trascendental para el futuro de los hijos o hijas. Una mirada anterior dibujaba a un padre que solo debía buscar la seguridad económica y familiar. El dibujo materno era el del cariño y la crianza de los niños.

Ahora la presencia del padre de familia es tan necesaria como la de la madre. El padre influye e interviene en el desarrollo de aptitudes de los hijos, en especial en relación al constituir las relaciones sociales.

Hoy en día está establecido que si antes se tenía padres autoritarios, hoy se concluye que ese modelo de padre no es el mejor. No es implícito impartir disciplina mediante acciones autoritarias. El padre de hoy intenta no caer en el autoritarismo ni tampoco en la libertad absoluta.

El antiguo rol de los padres ha cambiado al pasar de las generaciones. El rol del padre antes era más apartado o periférico, hoy en día su rol está determinado en un ser más participativo.

El ser padre en estos tiempos conlleva a una aventura diaria, pese a la inexperiencia de los padres, debido a los modelos anteriores en el que fueron criados. Hoy, en la educación de los hijos se participa en todo, aunque padres y madres deben seguir ocupando sus roles, sin dejar de ayudarse desde su propia personalidad.

En un análisis más detallado podemos asegurar que el padre de hoy tiene acciones y labores que van más allá de ser sólo conyugue o solo proveedor económico del hogar. Desde una mirada más social se concluye que ya que existe igualdad de condiciones laborales, hace que se repartan, también por igual, las tareas en el hogar.

Por otro lado, un nuevo elemento a considerar es que las madres se animan a requerirlos con más frecuencia y por ende con más confianza. Hasta hace unas décadas atrás no se podía ni pensar que una madre le pida al padre que cambie un pañal o que coadyuve realizando algunas labores del hogar. Hoy se pueden ver a padres realizando estas y otras labores sin ningún problema y hasta se puede observar que son más maternales que lo que se veía en otros tiempos.

Día del padre boliviano, 19 de marzo.

El padre de hoy va al mercado y se preocupa por el alimento

Recientes análisis y estudios han visualizado un nuevo modelo masculino, aquel que está relacionado con el consumo. Algunos padres de hoy se preocupan por adquirir productos saludables, teniendo mucho interés por el impacto de los alimentos, ya sea en el bienestar de ellos mismos como en el de los integrantes de su hogar.

Lo anterior también demuestra que los tiempos van cambiando. Las diferencias predefinidas socialmente en las generaciones anteriores se encuentran en redefinición y como ejemplo se puede mencionar el modo en que el hombre de hoy, el padre de hoy tiene una actitud diferente ante la alimentación.

El nuevo padre o el papá moderno está influyendo y aportando con ideas en un terreno que era esencialmente guiado por la madre o la mujer. Ellos van al supermercado, eligen qué comer y compran en función de lo que es sano y nutritivo para toda la familia.

Mayor equilibrio respecto de lo educativo

Antes era difícil ver expresar públicamente a un padres acciones de cariño hacia un hijo o hija. El consuelo y las caricias estaban establecidos para que los realice la madre. Hoy es diferente. La relación padre – hijo(a) tienen más intensidad y demostración de afecto de manera pública y eso influye en gardo extremo en la educación de los hijos.

Los padres de hoy acomodan tiempos y horarios tomando más atención a las actividades recurrentes de sus hijos e hijas, todo con la idea de trasmitirles armonía y estabilidad. La agregación de la esposa o mujer al mundo laboral hace que lo anterior tome mayor realce. Ambos participan en todo de manera equilibrada en un cien por ciento, coordinando tiempo y dedicación logrando, de hecho, mayor y mejor educación en los hijos e hijas desde la familia.

La seguridad y confianza de un padre

La transmisión de seguridad y confianza debe ser transmitida a los hijos e hijas desde muy pequeños. Si hay una falla en esta transmisión se crea un conflicto o quiebre entre la relación padre – hijo, creando un vacío emocional muy preocupante.

Hoy queda lejos el papel de figura temida y distante del padre de la casa. Hoy se marca la referencia de un padre que transmite fortaleza por medio de la capacidad que tiene ese padre de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro.

Un homenaje al padre de hoy que inculca esa resistencia necesaria para afrontar los futuros problemas a los que su hijo enfrenta o se enfrentará en la vida. Estos pequeños esfuerzos que el padre de hoy pide a sus hijos e hijas, son los que les fortalecen el carácter y evitan crear niños y jóvenes con actitud positiva y propositiva siendo incapaces de aguantar ni la más mínima contrariedad.(educabolivia.bo)