El 17 de agosto, los bolivianos conmemoramos el Día de la Bandera boliviana, en homenaje a la enseña que flameó en el año 1825 identificando a la Bolivia independiente. Tras un periodo de cambios en el emblema nacional, el 31 de octubre de 1851 durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu, se adoptada la bandera tricolor actual; rojo, amarillo y verde. La conmemoración para el Día de la Bandera fue fijada por el decreto supremo del 30 de julio de 1924.
Historia de la bandera nacional de Bolivia
La bandera nacional de Bolivia, conocida como la tricolor, símbolo nacional oficial del país, fue adoptada el 31 de octubre de 1851 durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu. Consta de tres franjas horizontales de igual anchura y dimensiones, siendo la franja superior de color rojo, la central de color amarillo y la inferior de color verde.
En 1851, el entonces presidente de Bolivia, Manuel Isidoro Belzu, viajaba a caballo desde la ciudad de La Paz hacia Oruro para asistir al Congreso Nacional convocado por él para analizar el concordato con la Santa Sede negociado por el mariscal Andrés de Santa Cruz.
En las cercanías de la comunidad de Pasto Grande, Belzu divisó un arco iris que resplandecía bajo el cielo, cuyos colores predominantes eran el rojo, amarillo y verde. El presidente ordenó al ministro Unzueta que presentara un memorial a la convención el 30 de octubre para cambiar los colores de la bandera boliviana.
Fue así que el 31 de octubre de 1851, la Convención Nacional, realizada en la ciudad de Oruro, aprobó la nueva y actual bandera de Bolivia y se fijó por ley de 5 de noviembre de 1851 el diseño definitivo.
El 7 de noviembre, la nueva bandera boliviana fue izada por primera vez en el faro de Conchupata, en Oruro, luego declarado monumento nacional.
La bandera tiene tres versiones, reglamentadas por un decreto supremo emitido el 19 de julio de 2004. La bandera civil, que es también la bandera nacional; la bandera estatal, que incluye el escudo boliviano en el centro; y la bandera militar (o de las Fuerzas Armadas), que desde 2010 usa la wiphala.
La primera bandera de Bolivia
Once días después de que Bolivia es declarada independiente, la Asamblea General de la nueva República de Bolívar creó por ley la primera bandera nacional, el 17 de agosto de 1825.
Entonces, la Asamblea decretó la utilización de dos banderas conocidas como bandera menor (civil) y bandera mayor (estatal).
La ley establecía lo siguiente: La bandera nacional será bicolor, verde y punzó; el campo principal será punzó, y a uno y otro costado irán colocadas dos fajas verdes del ancho de un pie; sobre el campo punzó se colocarán óvalos verdes formados con ramas de olivo y laurel, uno en el medio y cuatro en los costados, y dentro de cada uno de estos óvalos se colocará una estrella de color de oro.
Cada óvalo representaba a los cinco departamentos que tenía Bolivia cuando se fundó: La Paz, Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y Santa Cruz.
De esta manera la primera Bandera Nacional, expresaba el contenido de la República, en sus tres reinos de la naturaleza.
La segunda bandera de Bolivia
El 25 de julio de 1826, el mariscal Antonio José de Sucre, en ese entonces presidente de la República de Bolivia, dispuso el cambio de bandera por ley, el cual en su artículo único exponía que la bandera nacional será la que designó la Asamblea General en la ley de 17 de agosto, poniéndose en lugar de las cinco estrellas de oro, una faja amarilla superior y las armas de la República al centro, dentro de dos ramas de olivo y laurel.
En tanto, la bandera civil se usaría igualmente sin el escudo nacional de Bolivia en la franja roja. Esta bandera estuvo en uso hasta el 31 de octubre de 1851, cuando fue adoptada la bandera actual.
La tercera y actual bandera de Bolivia
Veinticinco años después de la fundación de Bolivia en 1851, el gobierno de Manuel Isidoro Belzu cambió el orden de las franjas a rojo, amarillo y verde, la tricolor boliviana que continúa hasta la actualidad.
El decreto supremo del 14 de julio de 1888, durante el gobierno del presidente Gregorio Pacheco, establece en su artículo 5 que: la franja de color rojo representa la sangre derramada por nuestros héroes para el nacimiento y preservación de la República; la de color amarillo, nuestras riquezas y recursos naturales; la de color verde, la riqueza de nuestra naturaleza y la esperanza, como un valor principal de nuestra sociedad.
Al momento de izar la tricolor en la parte más alta de un mástil, los ciudadanos bolivianos entonan el Himno Nacional de Bolivia y el Himno a la Bandera para honrarla. Es izada el 17 de agosto de cada año con fervor cívico en toda Bolivia por conmemorarse el Día de la Bandera.
Historia y simbolismo de la bandera
Se puede decir que la primera bandera boliviana data desde los tiempos del Tahuantinsuyo, o sea muchísimos años antes de la Conquista española. Nuestros antepasados aymaras, y posteriormente los quechuas, quienes ya usaron banderas multicolores de tela, que llamaron Whipala, las que se componen de doce cuadrados iguales, de diferentes colores, tomados del Arco Iris. Dicha Whipala, bandera, representaba al Tahuantinsuyo que estaba dividido en cuatro partes iguales llamadas “suyos”, tomando las dos últimas sílabas del Tahuantinsuyo. Así tenemos: el Chinchasuyo, el Collasuyo, el Cuntisuyo y el Antisuyo. Parece que todos ellos estuvieron orientados en los cuatro puntos cardinales, de los cuales se desprende que nuestra bandera se origina de la época del Collasuyo.
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Antes, ahora y siempre, nuestra bandera representa la valentía de todos los verdaderos bolivianos que lucharon desde tiempos inmemorables por el honor de nuestra bandera y nuestra Patria, derramando su bendita sangre en todos los campos de batalla; desde las guerras y guerrillas, antes de nuestra independencia, hasta las guerras por defender la integridad nacional frente a los invasiones, en las cuales se derramaron sangre boliviana igual que desde el tiempo de la colonia.
Nuestra bandera no es una simple tela y sus colores representan el sentimiento de ser boliviano. Dar la vida. El pabellón es motivo de orgullo y existe un compromiso de defenderlo, luchar e incluso morir por él, porque es mucho más que un pedazo de tela. Los colores son los que están cargados de simbolismo que se han convertido en algo inherente a nosotros. El rojo, amarillo y verde es algo que automáticamente lo relaciona a uno con su país, como el nombre que figura en el carnet de identidad de una persona y que por eso la tricolor simboliza a toda Bolivia, eso colores que son el rojo, amarillo y verde los que tienen la energía simbólica. En ese sentido, que cualquier objeto que tenga la tricolor, por ejemplo un auto, una polera, una gorra, etcétera, representa la bolivianidad.
Pueden haber varios emblemas en los países, pero cuando se constituyeron las naciones, entre los siglos XIX y XX, se crearon las banderas como reflejo de las identidades nacionales de cada patria. No hay que olvidar, menciona, que el hombre es el único animal capaz de dar su vida por una cuestión de honor.
Esto implica valores de subordinación de parte del ser humano; estos valores, que imbuye la bandera, son de amor a la Patria y de sacrificio y es la única capaz de agrupar a una comunidad.
Es obligatorio recordar, por ejemplo, la Batalla del Alto de la Alianza contra los chilenos (26 de mayo de 1880, en la Guerra del Pacífico) cuando el general Juan José Pérez se abrazó de la bandera y murió.
En la Guerra del Chaco, el abanderado del Regimiento Lanza no quiso entregar el pabellón y prefirió morir antes de el que los paraguayos tomen símbolo patrio.
La historia habla también de Genoveva Ríos, la niña que cuando los chilenos invadieron Antofagasta, en 1879, se apoderó de la enseña y la estrujo para protegerla como si fuera la misma Patria.
No es necesario morir envuelto en una bandera para señalar un sacrificio. Es todo aquel que ha defendido a Bolivia, que ha luchado por ella, en cualquier momento de la historia y ha muerto por esa bandera, y podemos empezar un recuento en las luchas por la independencia. Existen ejemplos como el del rol de Andrés de Santa Cruz en la Batalla de Ayacucho en 1824; el triunfo del ejército comandado por José Ballivián en Ingavi en 1841 ó la consolidación de la independencia de Bolivia frente a la invasión peruana. Tampoco se puede olvidar el heroísmo de Eduardo Abaroa ante los chilenos en la defensa de Calama, el 23 de marzo de 1879. (educabolivia)