La Paz, 17 jul.- “Los principales problemas de nutrición en Bolivia son la desnutrición y las deficiencias de micronutrientes, entre los que están la vitamina A, hierro y yodo”, señala Adriana Espinoza, jefa de la Unidad de Nutrición del Ministerio de Salud.

Estos micronutrientes son esenciales para el crecimiento físico de las personas, el desarrollo de sus funciones cognitivas (memoria, atención, lenguaje, razonamiento), fisiológicas y la resistencia a las enfermedades infecciosas, explica la nutricionista Mónica Vareda.

Consumo de Tucumanas en La PazSegún el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los “micronutrientes son las vitaminas y minerales, cuyo requerimiento diario es relativamente pequeño pero indispensable para los procesos bioquímicos y metabólicos del organismo y, en consecuencia, para el buen funcionamiento del cuerpo humano”.

Estos problemas de nutrición —indica Espinoza, apelando a estudios de consumo realizados en Bolivia— obedecen al hecho de que los bolivianos en su generalidad tienen una dieta basada en carbohidratos como el pan, arroz, fideo y papa.

“El consumo de frutas y verduras es menor, y a esto se suma la tendencia cada vez más creciente del consumo de comida chatarra”, añade la Jefa de Nutrición.

Los micronutrientes que precisa el cuerpo humano, como el hierro, yodo y la vitamina A, se encuentran naturalmente en los alimentos como verduras, frutas, carnes rojas, cereales, alimentos ausentes en la dieta boliviana.

Fideo, arroz y papa frita

A través de un sondeo de opinión realizado en las ciudades de La Paz y El Alto a personas de entre 20 y 60 años, Cambio evidenció que el fideo, arroz, la papa (mayormente frita) y carne roja o de pollo es la dieta más común en la hora del almuerzo. Sólo cinco de cada 10 personas consume ensaladas compuestas generalmente por lechuga, pepino, tomate, cebolla y zanahoria.

La ingesta de fruta es practicada por 7 de cada 10, pero no todos los días, sino entre dos o tres veces por semana. La mayoría prefiere consumir la fruta en zumo o jugo, ya sea con leche o agua en vía pública.

“Como salgo a trabajar a las seis de la mañana no tengo tiempo de desayunar, así que a eso de las 10 de la mañana me como un platito en la carpa anaranjada de la Landaeta. Me puedo comer una sajta, o una ranga”, comenta don Carlos Rodríguez, chofer de taxi que trabaja casi 20 horas y su consumo de alimentos lo realiza en la calle.

Guías de alimentación

Adriana Espinoza señala que ante esa realidad la Unidad de Nutrición del Ministerio de Salud está elaborando, de forma conjunta con otros ministerios, una política de alimentación y nutrición que consiste en dar lineamientos en esos ámbitos a la población en general.

Y este trabajo está siendo plasmado en guías alimentarias y de nutrición en las que se dan parámetros para que la población pueda orientarse sobre cómo alimentarse. Se concluyó la ‘Guía para la mujer en período de embarazado y lactancia’.

“Focalizamos en el menor de cinco años, la mujer embarazada y la mujer lactante, hacemos hincapié en esos grupos etarios porque las intervenciones tienen que ser oportunas. No dejamos de lado otros sectores”, remarca Espinoza.

Añade que en ese marco, Bolivia tiene el Programa de Desnutrición Cero, orientado a la madre e hijo y que “ve la temática de manera intersectorial”.

La Unidad de Nutrición está desarrollando las guías de alimentación para niños menores de dos años, en edad escolar, adolescentes, adultos a partir de los 25 años, adultos mayores de 65 años y para las personas con patologías (enfermedades).

“Es importante ver a la población que tiene una enfermedad. Estamos trabajando con el Sedes en red con los hospitales con el objetivo de fortalecer la atención que se brinda al paciente en el aspecto de alimentación y nutrición”, dijo.

Nutricionistas en municipios

A nivel departamental y municipal, la Unidad de Nutrición tiene destinados en varios municipios del país expertos que se encargan de poner en práctica los lineamientos y normas de nutrición orientados a la población.

Estos expertos llegaron a los municipios más alejados, donde están aplicando proyectos piloto para el cultivo y producción de alimentos necesarios para que la población alcance una nutrición adecuada.(Cambio)