Escrito por Fortunato Esquivel (Periodista)
Acabo de pagar Bs 6 por dos horas de Internet. Mi Internet de cada día. A veces me quedo tres horas y entonces reviso los periódicos de todo el país y algunos del exterior para mantenerme lo más informado posible. Ésta es una rutina diaria, lo haría por más tiempo si tuviera un servicio domiciliario. Esta extraordinaria herramienta que se puso de moda en nuestro país por la década de los 90 del siglo pasado es algo que ya no podemos ignorar, sino aprovechar en todas sus posibilidades, y el Estado tiene que incentivar su utilización, sobre todo en los ámbitos educativos.
Pero el servicio es caro, y ¿por qué? Me picó la curiosidad y me puse a averiguar cómo nos encontramos los bolivianos respecto a otros países. El resultado me dejó, por decir lo menos, desmoralizado. Como casi en todo, los bolivianos marchamos a la cola a causa de los monopolios.
En su momento, el Estado tuvo que adjudicar este servicio a alguien que previó con años de anterioridad sobre el futuro de las comunicaciones por este medio. De esa manera se estableció un “mayorista” que está acumulando enormes cantidades de riqueza gracias a nuestra ignorancia. Claro, en el tiempo, es seguro que ya se diversificó, pero aún así el servicio de Internet es el más caro del mundo. Hace poco se inauguró el Observatorio Regional de Banda Ancha (Orba) a instancias de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), cuyos voceros dijeron durante la ceremonia de inicio que la banda ancha en Bolivia es la más cara y la más lenta.
Este servicio cuesta en Bolivia 300 dólares megabyte por segundo (mbps), siendo que el promedio en la región es de sólo 72,8 dólares y en Panamá de sólo 17,7 dólares mbps. La diferencia es abismal si se compara con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), donde el mbps es de sólo 5,9 dólares. El costo del Internet es 50 veces más caro en Bolivia respecto de los países desarrollados. Quedé con la contrariedad atragantada, pero claro, ésta es también otra herencia del periodo de gobiernos neoliberales que hicieron lo que quisieron con Bolivia. Si en vez de vender a precios de gallina muerta la concesión del servicio de Internet la hubieran mantenido en manos del Estado, otra sería la historia. Los mayoristas y los intermediarios están realizando grandes y lucrativos negocios cuando nos ofrecen, sin sonrojarse, servicios por Bs 349 un total de 380 kbps y Bs 1.149 por 1536 kbps. Con una situación así, Bolivia siempre marchará a la cola de todo. La educación no se desarrollará adecuadamente y hasta los medios de información estarán limitados, porque los mayoristas del Internet tienen que seguir acumulando riquezas. Falta saber si pagan los impuestos correctos.
Bolivia se encuentra también a la zaga en el acceso, pues apenas el 9% de la población cuenta con el servicio que a nivel regional está creciendo a un ritmo de 35% anual. Casi todos los latinoamericanos salimos a la red por Miami (Estados Unidos). Las conexiones entre países son todavía pocas. Los usuarios brasileños crecieron de manera sorprendente, imponiendo temores con miras al próximo mundial de fútbol que se realizará allí. Por ahora, se prevé que las comunicaciones por Internet “podrían” colapsar, pues salvo México todas la comunicaciones salen, como dijimos, a través del denominado “nap de las Américas” con sede en Miami.
Como nosotros andamos a la cola de todo, la empresa Internexa está trabajando en la creación de un “Internet para América Latina”, toda vez que la región tiene apenas 32% de penetración, frente a 77% de Estados Unidos. Los latinoamericanos representamos, según el informe, apenas el 7,3% del tráfico mundial. Google se prepara regionalmente a fin de evitar que el tráfico latinoamericano que se produce de un país a otro tenga que viajar primero a Estados Unidos y volver. La Argentina también está “laburando” en la interconexión regional.
El más perjudicado, pero no el más atrasado, resulta ser Cuba, que pese a estar rodeada de cables de fibra óptica y a un paso del “nap de las Américas”, se sube a Internet sólo por vía satélite. También en esto Cuba sufre el embargo que le impone Estados Unidos. El Internet es una idea que adquirió un tamaño demasiado grande que será imposible detener, pese a los grandes intereses que pretendan controlarlo. Nuestro país no tiene por qué marchar a la cola. Así que los mayoristas y sus comercializadores, si no tienen la buena idea de bajar costos al nivel de los vigentes —por lo menos— en Panamá, el Gobierno ya puede ir pensando en otra nacionalización a favor de la inclusión de toda Bolivia.
El Internet cuesta en Bolivia 300 dólares megabyte por segundo (mbps), siendo que el promedio en la región es de sólo 72,8 dólares y en Panamá de sólo 17,7 dólares. (Cambio)