La Paz, 13 jul.- The Strongest sigue en pie, ganó el clásico por la mínima diferencia (1-0) y pasó a la segunda ronda de la Copa Cine Center. El momento supremo para el Tigre llegó en el minuto 33 del primer tiempo vía Carlos Neumann, ante una licencia defensiva de Bolívar.
Las ambiciones no podían ser demasiadas futbolísticamente, porque el partido bordeó lo rutinario, otra vez –como sucedió en el partido de ida-, el juego estuvo privado de talentos y el fútbol se perdía en la intrascendencia en largos pasajes del choque.
El ganador tuvo como mérito el no desfallecer en balones divididos, ahí radicó su éxito porque no le dejó pensar al adversario de siempre. Los tigres lucharon y se esforzaron antes y después del gol, y los celestes jamás entregaron ni siquiera centímetros de su clase, porque se pelearon con el balón y en rigor de verdad le faltó un organizador del juego.
Al aurinegro ganador de ayer, con aquel de la noche del jueves, no hubo mucha diferencia, porque fue tozudo a la hora de defender, y por ahí se dio modos para crear más sensación de gol, aunque estas hayan sido contadas. Por su lado el adversario no tuvo la coordinación y solidez en medio sector, y los nombres que puso en ofensiva el técnico Villegas, por el poco o escaso caudal de juego que les tocó, no aparecieron Ferreyra y Tenorio.
De esta manera, la imagen del Tigre terminó siendo la dominante, lo que en términos de proceso de preparación para el torneo oficial, le permite al debutante técnico paraguayo Pablo Caballero que la euforia se instale en Achumani.
EL GOL
Cuando las acciones estaban equilibradas, y cuando los péndulos del reloj marcaban 33’ de juego del primer tramo, un pase gol al vacío del cruceño Julio Pérez, le permitió la entrada frontal al atacante Pablo Neumann que sin marca encaró ante la irresoluta salida del meta Romel Quiñónez.
EL PARTIDO
Las opciones de gol fueron escasas. Si bien Bolívar comenzó mejor, pero no supo mantener la iniciativa. Capdevilla (1’) y Arce (6’) le tocaron la puerta a Vaca y Neumann (15’) respondía con un derechazo cruzado y desviado. Vargas que entró por Abastoflor (39’), a poco de su ingreso perdió una clara opción para elevar la cuenta a dos.
El celeste optó por dos cambios permitiendo el ingreso de Cardozo por Yecerotte y Baldomar por Justiniano, hecho que si bien le permitió adelantar un tanto sus líneas, pero ello en alguna medida le dio al rival posibilidad de recurrir al contragolpe.
Fue en esas circunstancias que a Torrico lo frenó con falta Baldonar dentro del área grande, y el juez Antequera sentenció el penal. Su ejecutor Raúl Castro prácticamente le entregó al meta Quiñónez, porque fue un toque suave y a la derecha que el arquero lo tomó como una ‘masita’ (8’). Después de este episodio, el balón iba y volvía, pero sin la profundidad del caso, y los disparos de media distancia de Cardozo y Capdevilla; Vargas y Perreyra con un frentazo en el otro frente no alteraron el resultado final.
Genaro Orellana / EL DIARIO