El Alto, 21 ago.- El ser humano ha tenido el sueño de volar desde que el hombre prehistórico observó el vuelo de los pájaros. El deseo de surcar los cielos quedó grabado en los numerosos dibujos de hombres con alas que Leonardo da Vinci realizó, pero, cuando se percató que sería imposible para el ser humano lograrlo, comenzó a trazar planos para una máquina voladora. 

Y aunque hoy en día contamos con los más sofisticados sistemas de aeronáutica, la fantasía de volar por nosotros mismos no la hemos olvidado. Sin duda localizaremos cientos de respuestas e hipótesis, pero hoy nuestros ojos se enfocarán en los hombres que viven el espectáculo, el deporte y la vida de la lucha libre, con ese toque que los hace diferentes, que los hace volar, ellos son “los luchadores aéreos”.

Aristócrata y Randy Ford, luchadores queridos por la afición pugilística

“Estar en el aire es la cosa más preciosa, una adrenalina única, es algo que puedo hacer en mi vida, quiero que la gente disfrute la lucha libre”, comentó el Aristócrata. 

La adrenalina, la motivación y la alegría de poder volar por unos instantes, es algo que a Randy Ford lo impulsa a seguir en la lucha aérea. “Me fascina la adrenalina, la emoción de estar en las cuerdas volando, tengo una loca manía por volar y solamente en el ring se puede cumplir”, declaró Randy Ford. 

La historia universal nos refiere al famoso “monje volador”, un religioso benedictino que vivió en Inglaterra en el siglo XI, quien dedicó su vida y estudios a la idea de que podría volar; por eso, en sus intentos de conseguirlo, subió a la torre más alta de su abadía con una especie de alas diseñadas por él mismo, pero al lanzarse perdió el control, y si bien es cierto que al instante no encontró la muerte, las secuelas del accidente fueron la causa de que más tarde perdiera la vida.

Los accidentes son el precio que hay que pagar por el sueño de volar, Aristócrata ha sufrido algunos. “Tengo varias operaciones en la rodilla derecha, tuve doble fractura de rótula, tuve que someterme a varias operaciones quirúrgicas, de hecho, fue por un vuelo”, rememora el joven peleador.  

Volar es uno de los poderes que casi todos los súper héroes tienen, una capa, un artefacto propulsor, una aeronave, o hasta una tira de resistente telaraña tiene a los héroes en las alturas.

Randy Ford lo resume así, “el trabajo de gimnasio y emocional es vital, debes estar bien para estar concentrado y poder hacer estos lances y ejecuciones, pues una simple distracción te puede costar una lesión o algo que lamentar”.

Aristócrata concluye, “innovar, renovarse, perder el miedo, a veces el miedo es uno de los factores contra el que más nos enfrentamos, y definitivamente practicar en el gimnasio, practicar los movimientos, pues no los sacas de un día para otro. Constancia, disciplina, pasión y respeto son las bases fundamentales en la lucha libre”.

Randy Ford lo afina así, “hay tiempo, movimiento, caídas, levantarse, horas de práctica, sangre, sudor para mostrar un solo lance”.

Es entonces como podemos ver el trabajo que hay detrás de estos luchadores que al salir del ring desafían la gravedad, pero también desafían sus propios miedos con el único fin de poder ser cada uno de ellos el héroe aéreo de cada espectador que busca en la función cumplir el sueño de volar.

AM/Prensa

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