Sucre, 24 may (ABI).- Al grito de "¡Justicia sí, racismo no!", alrededor de 5.000 personas, en su mayoría campesinos indígenas, marcharon el jueves de tarde por las calles de la ciudad de Sucre, en repudio a los hechos del 24 de mayo de 2008, cuando un grupo radical humilló y maltrató a pobladores rurales frente a la Casa de la Libertad, capital de Bolivia.

"A cuatro años de esa humillación racista la justicia no puede jugar con nosotros, por eso que estamos marchando unidos para exigir justicia", manifestó el secretario ejecutivo de la Federación Única de Trabajadores Campesinos de Chuquisaca, Gregorio Vela.

Marcha pacífica contra el racismoLa marcha de desagravio partió a las 15h00 desde El Abra, en las afueras de Sucre, donde hace cuatros años fue detenido más de medio centenar de campesinos indígenas que llegaron a la capital, para recibir ambulancias del gobierno del presidente Evo Morales.

La manifestación pacífica que conmemoró el cuarto aniversario de aquella expresión racista recorrió el centro de la ciudad y llegó hasta la Plaza 25 de Mayo.

Luego llegó hasta el frontis del edificio del Tribunal Departamental de Justicia, donde se realiza el juicio contra los presuntos autores intelectuales y materiales de los hechos racistas.

Para la marcha contra el racismo llegaron representantes de todas las provincias y cantones de Chuquisaca, además de sindicatos campesinos del departamento de Potosí, organizaciones que defienden los derechos humanos, representantes de Chuquisaca, autoridades de Estado y asambleístas plurinacionales.

La manifestación cobró escena en la víspera de las celebraciones por la efeméride del departamento de Chuquisaca, cuna de la independencia de Bolivia en 1825.

La manifestación fue acompañada por autoridades de los órganos Ejecutivo y Legislativo, quienes coincidieron en pedir que se haga justicia en este caso para que nunca más vuelvan a producirse este tipo de hechos.

"En esta caso se está produciendo retardación de justicia, son cuatro años desde que se produjeron estos hechos y no pueden quedar en el olvido, en la impunidad", manifestó la ministra de Transparencia, Nardy Suxo, quien marchó junto a los dirigente y representantes campesinos indígenas.

La autoridad añadió que debe separarse al juez que conoce el caso 24 de mayo en los tribunales por la evidente retardación y tildó de cobardes a los acusados, entre ellos ex autoridades de Sucre, de pretender deslindar responsabilidades con la idea que son perseguidos políticos.

Por su parte, la presidenta de la Cámara Alta de la Asamblea Legislativa, Gabriela Montaño, aseguró que no puede negarse los hechos de racismo como señalan algunos sectores conservadores.

"Todos los medios de comunicación han sido testigos de los hechos de racismo, como obligan a desnudarse, a renunciar a sus símbolos, negar sus orígenes e incluso les quemaron sus pertenencias, entonces no quedan dudas y por ese que se exige justicia", dijo.

La marcha concluyó de manera pacífica y no se vivieron momentos de tensión, como se temía por algún enfrentamiento por la convocatoria de políticos conservadores a una manifestación por el "día del perseguido político", acto que no se realizó aunque sí una pequeña concentración en horas de la mañana.