Redacción central NAN, 31 Oct.- Dillma Rousseff, una economista de 62 años fue elegida este domingo como la primera mujer presidenta de Brasil. Entre sus promesas al pueblo brasileño por su convicción democrática fue garantizar irrestricta libertad de prensa, llibertad de culto e igualdad de oportunidades.

Dillma Rousseff obtuvo el 56.02% frente a su rival José Serra que obtuvo el 43.98% al 99.50% de las mesas escrutadas en medio de una fiesta democrática. El candidato perdedor reconoció el triunfo de la candidata del PT y deseó éxito en sus futuras funciones.

Dillma Rousseff, Primera presidenta de Brasil.“Sí, la mujer puede”, fue una de las primeras palabras de su primer discurso-mensaje a la nación brasileña pronunciado a las 19:55 hora boliviana, cuando prometió apego a la constitución de ese país como un deber ineludible.

En ese plano valoró las bondades de la democracia en todas sus dimensiones y prometió garantizar el derecho a la opinión, el derecho a la expresión, derecho a los servicios básicos y elementales como vivienda digna, salud, educación y la paz social.

“Voy a dar la más amplia e irrestricta libertad de prensa y libertad de culto”, dijo en su discurso - catalogado por los observadores como típico de una estadista- al anunciar una mayor observación a los derechos humanos para que los brasileños dejen la miseria, creando oportunidades para todos los brasileños.

“Prefiero las críticas de la prensa libre, a las dictaduras, la prensa libre al silencio”, indicó a tiempo de expresar su dolor por algunas publicaciones de los medios de comunicaciones en medio de la campaña electoral donde trataron de afectarla a través de alguna información sesgada.

La presidenta de Brasil fue recluida en prisión por luchar contra la dictadura militar, fue candidata por el Partido de los Trabajadores, apoyada por el presidente saliente Luis Inácio Lula de Silva a quien agradeció.

Dijo que la ambiciosa meta económica y de igualdad es un llamado a la nación, a los empresarios, a los trabajadores, entidades civiles, gobernadores, alcaldes y todas las personas de bien para que entre todos se erradique el hambre y que los niños brasileños no estén abandonados a su suerte en medio de las drogas.

Asumió el compromiso de erradicar la pobreza para llegar a un país desarrollado en ese sentido anunció una rígida defensa de los intereses brasileños, sin que signifique persecución ni ocultamiento a los responsables. Respetará la diferencia de opinión de sus adversarios políticos.

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