La mitad de la población de Bolivia se volcará el domingo a las urnas para elegir al 65 presidente de su historia de 184 añosLa Paz, 5 dic.- La mitad de la población de Bolivia se volcará el domingo a las urnas para elegir al 65 presidente de su historia de 184 años, en los séptimos comicios generales consecutivos desde restaurada la democracia criolla en 1982, los primeros regidos por su novísima Constitución plurinacional.

Poco más de 5 millones de ciudadanos, entre ellos 160.000 radicados en Argentina, Brasil, España y Estados Unidos, elegirán de entre ocho candidatos a quien gobernará Bolivia en el lapso constitucional 2010-2015.

Se trata de la elección más compleja de los últimos 30 años, porque además de Presidente, Vicepresidente y 166 legisladores, los bolivianos se pronunciarán, en referendo, sobre la conveniencia de implantar un régimen de autonomías en 5 de las nueve regiones del país.

Los electorados de los departamentos andinos y subandinos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca volverán a pronunciarse, por segunda vez en poco más de tres años, sobre este sistema de independencia política y administrativa regional que ya adhirieron los restantes cuatro de tierras bajas, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija en una consulta plebiscitaria en julio de 2006.

La elección, la primera regida por una Constitución de corte estatista aprobada en las urnas en enero último, abrirá, también por primera vez, la democracia occidental en 7 circunscripciones de pueblos indígenas originarios minoritarios.

Este atributo consagrado en la nueva carta política, la décimo séptima de la historia nacional, permitirá a los que resultaren mandatados ocupar asientos especiales reservados exclusivamente para estas minorías étnicas en el Congreso en La Paz.

La elección con el mayor número de ciudadanos de la historia en este país andino amazónico se regirá a un moderno sistema digital de registro de huellas digitales, fotografías, rasgos y facciones y datos.

El Organo Electoral Plurinacional (OEP), sucesor de la Corte Nacional Electoral, ha montado, en tres meses, un Padrón Biométrico que, según los expertos, ha reducido a su mínima expresión, incluso erradicado, la posibilidad de fraude.

Entre 35.000 y 50.000 uniformados controlarán, en los nueve distritos bolivianos, los 22.742 colegios electorales donde se abrirán, por espacio de ocho horas, de 8h00 a 16h00 locales (12h00 a 20h00 GMT) las operaciones de sufragio para 5,1 millones de electores.

La ciudadanía se ejerce en Bolivia desde los 18 años.

El OEP ha preparado un ejército de miles para controlar la jornada que se muestra promisoria y de fiesta democrática.

Las elecciones bolivianas serán observadas por las antíparras de misiones de la Organización de Estados Americanos, Naciones Unidas, la Unión Europea y el infaltable Centro Carter.

El presidente Evo Morales, candidato a la reelección parte como archifavorito para ganar el comicio, según los sondeos, con un porcentaje inédito de votos.

De acuerdo con todas las encuestas privadas e independientes, el gobernante indígena de izquierdas podría acaparar entre el 65 y 70% de la votación.

Morales viene de ganar el próximo pasado comicio general, en 2005, con el 54%, pero, en un registro sin procedentes en la historia electoral boliviana, se alzó con triunfos concluyentes en dos referendos y una elección anteriores, entre julio de 2006 y enero último.

Primer indio que gobierna el país de población mayoritariamente indígena mestiza en 184 años, Morales y su Movimiento Al Socialismo se anotaron victorias en las elecciones para la Asamblea Constituyente, en julio de 2006; en un referendo revocatorio de mandatos, en agosto de 2008, en que acaparó el 67% del voto y, por último, el referendo aprobatorio de la nueva Constitución a principios de este año.

En una agitada campaña pacífica, aunque salpicada de violencia aislada, el gobernante de 50 años ha pedido apoyo para su reelección con un programa de gobierno que subraya el progreso integral del país más pobre de Sudamérica.

Luego de nacionalizar el gas y el petróleo, lo que engordó contra toda previsión el erario público y centralmente las Reservas Internacionales Netas, hasta situarlas en un nivel récord e impensable de 8.500 millones de dólares, de colocar el PIB en más de 18.000 millones de dólares y de ahorrar en el más puro estilo de Moliere; de tender caminos y erradicar el analfabetismo; de incentivar y en casos revivir las empresas estatales, de retroceder, en resumen, el pasado reciente de privatismo secante, Morales ha prometido emplazar a este país, preñado de riquezas naturales y por paradoja histórica exportador tradicional de materias primas, en la era industrial.

Hasta más de 40 puntos porcentuales por debajo aparece su principal contendor, el ex capitán de Ejército, ex alcalde y ex prefecto de la ciudad y el departamento de Cochabamba, Manfred Reyes Villa que, siempre según los estudios demoscópicos, acapara entre el 20 y 25% de la intención de voto.

Con 10 y hasta 15 puntos menos aparece en tercera posición el empresario del cemento y la comida rápida, Samuel Doria Medina.

Con 2 y 3% de la intención de voto se filtra el ex alcalde de Potosí, René Joaquino en el cuarto lugar de concentración de voto.

De ahí en más, residuos sin perspectiva.

Detrás de Joaquino, un furgón de cola con otros cuatro candidatos residuales, entre ellos el indígena Román Loayza, la empresaria Ana María Flores, el labriego Alejo Véliz y el ex fiscal Nímer Choquehuanca, sin presencia en la intención de voto.

Por Coco Cuba / ABI