Reyes Villa, Leopoldo FernándezLa Paz, 3 sep.- A menos de tres días de agotar el plazo para la habilitación ante la Corte Nacional Electoral (CNE), los candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia y legisladores de Bolivia se hallan sumergidos en un "pesca de aliados con voto, aunque no sean devotos" del partido político que pretende cooptarlos en la perspectiva de las elecciones generales del 6 de diciembre, según analistas locales que anticipan una campaña atípica en la historia del país andino amazónico.

A tres meses de los comicios bolivianos, sólo los alcaldes y prefectos en funciones deberán renunciar a sus cargos para postularse a los principales cargos públicos bolivianos, en momentos en que muy pocos parecen dudar que el presidente Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera, volverán a ser mandatados.

Por resolución de la Ley Transitoria Electoral, aprobada en abril pasado y que regirá las elecciones de diciembre, el Presidente y Vicepresidente en funciones podrán postular a la reelección sin resignar sus respectivos cargos.

El secretario de Cámara de la CNE, Fernando Arteaga, recordó el jueves que antes del 7 de septiembre los partidos políticos deben entregar sus listas "equilibradas" de candidatos, varones 50% y mujeres 50%, de acuerdo con la nueva Constitución Política del Estado, lo que acelera la búsqueda de gente con potencialidades electorales.

Los binomios definidos son, hasta ahora, Evo Morales-Álvaro García Linera, del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS); Manfred Reyes Villa-Leopoldo Fernández, del Plan Progreso (PP); y René Joaquino-Charles Suárez, de Alianza Social (AS).

Mientras que los candidatos presidenciales aún en solitario son el ex presidente Jorge Quiroga, del Partido Cristiano (PC); Germán Antelo, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR); Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional (UN); Alejo Veliz, de Pueblo y Soberanía (PULSO); Víctor Hugo Cárdenas, de Gente; y la ignota Ana María Flores, de MUSPA.

También están los candidatos sin partido como Román Loayza, Peter Maldonado, Hugo San Martín y Felipe Quispe.

A algunos de ellos se les otorga el beneficio de la duda.

Según las consideraciones del analista político Fernando Untoja "lo que tiene que hacer la ciudadanía a partir del lunes 7 (cuando el panorama preelectoral se haya esclarecido) es equilibrar y pesar en cada candidato, en qué medida cada uno de ellos es útil y beneficioso para el país".

Explicó que la estrategia electoral que prima en estas elecciones son las "componendas" preelectorales, que hasta el domingo "sorprenderán a más de uno".

A horas del fenecer el plazo y en el marco de una marcada expectación, una diversidad de "alianzas" políticas parecían fraguar y otras corrían rumbo a las alcantarillas

Medios privados adelantaron a la ex Defensora del Pueblo, Ana María Romero de Campero, fichada por el MAS, como candidata a primera senadora por La Paz, bastión electoral de Morales. Por tanto, ficha puesta.

El dueño de la sigla PP, José Luis Paredes, ofreció a los presidenciables Cárdenas y Antelo adherir el proyecto político que postula al binomio a Reyes Villa-Fernández, pero como senadores.

Por lo menos el primero rezongó ante la propuesta. El segundo ni la comentó. Como oír llover.

René Joaquino, actual alcalde de Potosí, consolidó su alianza con el pastor evangelista y celebrado ex cantautor, Charles Suárez y, según las críticas, es inevitable pensar que la religión está en el centro de la propuesta que ofrece al país este binomio, aunque ambos aseguraron que evitarán "tocar a Dios" y mezclarlo en una actividad tan mundana como la política.

En este contexto, reapareció el ex dirigente campesino Felipe Quispe, el "Mallku", acusado de haber sido cooptado por los socialdemócratas criollos en 2002, al lado del ex oficialista Román Loayza, ambos sin sigla.

Otro aparecido es Roberto de la Cruz, dirigente de la ciudad de El Alto, que pretende al dirigente de un sector de los campesinos quechuas del centro del país, Alejo Veliz (Pulso), para conformar un frente de izquierda.

A menos de cuatro días de la definición de las listas de candidatos, los "globos de ensayo", como la candidata presidencial Jimena Costa, que duró 7 días  en la probeta eleccionaria, cedían, voluntaria o involuntariamente, espacios a quienes lucen con musculatura para enfrentar tres meses intensos de campaña.

Por Daniel Ramos Mayta / ABI