El Alto, 18 nov.-  Con el monumento completo, los murales y el colocado de luminarias, losetas y la forestación a punto de concluirse hasta hoy, la plaza de los caídos de Senkata ya está lista para su inauguración, lugar público que se construyó en la Zona 25 de Julio del Distrito 8 del municipio de El Alto, en inmediaciones del Distribuidor de la ex tranca de Senkata.

La obra de construcción de la plaza que demanda una inversión de 750 mil bolivianos, está previsto inaugurarse este viernes, en conmemoración de la masacre de Senkata, donde fueron abatidos 10 personas durante el gobierno de la ex presidenta transitoria Jeanine Añez.

La plaza de los caídos de Senkata en el 2019 ya está lista
La plaza de los caídos de Senkata en el 2019 ya está lista

La obra cuenta con áreas verdes, recorridos horizontales con murales que reflejarán la cultura y cosmovisión andina; además, de áreas de descanso. Autoridades de la comuna alteña aseguraron que la escultura que se erigirá es considerado de impacto, ya que tiene un peso de tres toneladas, una altura de aproximadamente seis metros y contará con una iluminación adecuada.

Hace dos años

Un operativo que tuvo el desenlace fatal  el 19 de noviembre de 2019, buscaba desbloquear el paso para llevar combustibles desde la refinería de YPFB situada en Senkata hasta la ciudad de La Paz, que estaba cercada y desabastecida por bloqueos desatados tras la renuncia del expresidente Evo Morales nueve días antes, quien denunció que era forzado por un supuesto golpe de Estado.

El Gobierno de transición de la expresidenta Jeanine Áñez aseguró en su momento que los fallecidos y heridos por proyectiles durante esta crisis no corresponden al armamento que utilizan la Policía y ni las Fuerzas Armadas.

También sostuvo que la manifestación en Senkata tuvo características de "terrorismo" y "sedición" porque supuestamente existía la intención de usar explosivos en la refinería, algo que los familiares de las víctimas y heridos han rechazado siempre.

Hace dos años Senkata parecía un campo de batalla, con alambres, escombros, restos de fogata y piedras regadas a lo largo de la avenida principal para impedir el paso de vehículos.

El panorama actual es diferente en las calles, pues si hace dos años el dolor y la rabia las inundaban, hoy están repletas de vendedores ambulantes, mercadillos callejeros o gente que busca moverse hacia otras zonas alteñas para trabajar.

// Vía APA - Prensa Alteña