El Alto, 2 ago.- “Qué podíamos hacer más que amarrarnos el cinturón para comprar una tarjeta si las megas se terminaban en horas”, expresó Rodolfo Mamani, un padre de familia que contó que si antes comía carne tres veces a la semana, con las clases en línea esto se redujo solo a una vez y a veces a nada.

Si antes solía comprar dos litros y medio de leche a la semana para su familia, ahora dejó de hacerlo; el queso o la mermelada para acompañar el desayuno o el té desaparecieron de su mesa, como otros alimentos, con el fin de asegurar la compra de dos tarjetas de teléfono al día para sus dos hijos.

Padres de Familia aseguran que educación en linea afecta su economía
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El vicepresidente de la Federación de Padres de Familia (Fedepaf) de la ciudad de El Alto, Fernando Ortega, manifestó que esto es una realidad y mucho más para aquellas familias numerosas y de bajos ingresos. “El padre de familia tuvo que darse modos para mantener y hacer estudiar a sus hijos. Muchos no tienen dinero y hacen esfuerzos, ya que desde las cinco de la mañana hasta muy noche están trabajando para compra un celular para sus hijos”, señaló Ortega.

El panorama para las familias alteñas de escasos recursos con tres, cinco, seis o siete hijos en edad escolar se volvió más crítico, hasta el punto de orillar a los padres de familia a que sus retoños dejen las clases.

Texto y fotos: Soledad Daza / EXTRA