27 ene.- Pobladores de la localidad de Pucarani piden a la Alcaldía alteña establecer paradas para el transporte libre con el objetivo de mejorar el servicio público entre ambos municipios, según afirmó Nelson Pacohuata, ejecutivo de la localidad.

A la petición se unen las localidades de Chajnacolla y Chipamaya debido a la expulsión del transporte sindicalizado quienes decidieron elevar de forma arbitraria las tarifas de transporte.

La falta de vehículos para el traslado es también una de las protestas de los comunarios.AMPLIADO

Un ampliado desarrollado desde las 10:00 horas en la localidad de Chajnacolla, con la participación de 27 comunidades y cuatro subcentrales, los representantes de cada una de ellas dieron a conocer la serie de dificultades por las cuales atraviesa la población ante los abusos desmedidos y el incremento de pasajes que aplicaba el transporte provincial sindicalizado.

“Desde noviembre los usuarios del transporte han denunciado una serie de abusos, como el incremento de pasajes sin consenso con la población de Bs 3,50 a 5. Pero dichos incrementos eran mayores cuando existen temporadas festivas como fin de año, Carnaval, Todos Santos, entre otros feriados, llegando a Bs 8 y 10 el pasaje, aspecto que generó la molestia de la población. Es por eso que se ha determinado de que se suspenda dicho servicio expulsando al transporte sindicalizado Los Andes, en base a una resolución que debía analizarse el 12 de enero”, expresó la autoridad.

TRANSPORTE LIBRE

Una determinación de las 27 comunidades de la provincia Los Andes determinó que desde el pasado mes de noviembre sólo se permita el trabajo del transporte libre, donde algunos comunarios de la mencionada provincia al tener un minibús conformaron dicho sector, como respuesta a la demanda de transporte solicitada por parte de la población, indicó Marcelo Tapia, representante de Carapato.

Dicho transporte si bien mantiene el precio de pasajes de Bs 3,50 desde el sector de Chacaltaya, donde esporádicamente se estacionan hasta Pucarani, una población de más de 1.500 familias se mantienen en alerta ante la serie de daños materiales generados en su contra por parte de choferes sindicalizados, quienes luego de quebrarles los vidrios en pasadas semanas nunca se hicieron responsables de los perjuicios.

En el ampliado de la comunidad los ausentes eran los representantes del transporte libre “Los Andes”, quienes hasta el mes de noviembre incluían en sus rutas las poblaciones de la provincia Los Andes dejándolas ahora de lado.

“El transporte sindicalizado tiene que entender de que sus ingresos dependen de la población y no nos pueden tratar como les da la gana o incrementando el pasaje como si fueran dueños de las rutas, es por eso que ante las denuncias de abusos se mantienen la determinación de expulsión de dicho sindicato. Otro de los extremos cometidos por los choferes sindicalizados, fue el de impedir que los de ATL presten el servicio a las comunidades rompiendo sus parabrisas y vidrios laterales de sus vehículos, incluso ocasionando la pérdida de vista de una menor de cinco años, la misma que continúa internada, desde los hechos delictivos ocasionados por los choferes del sindicato Los Andes”, denunció María Poma una de las afectadas.

La ausencia de la Comandancia del Organismo Operativo de Tránsito de la ciudad de El Alto fue otra de las observaciones efectuadas por los comunarios, quienes lamentaron que las autoridades policiales ejerzan una labor en favor de los choferes sindicalizados antes que a las comunidades.

“En las provincias como usted ha podido evidenciar no existe tránsito, por lo tanto la comunidad en base a sus autoridades aplicarán los usos y costumbres, llegando a determinar el nivel de decisión, que se aplicará para que se mantenga el servicio del ATL”, afirmó Gerónimo Huanca.

El transporte sindicalizado en los sectores rurales al igual que en las ciudades pierde presencia y apoyo ante los constantes abusos que realizan por lo que los comunarios anunciaron que esta medida se repetirá en otras localidades.