La colonización en América fue emprendida por sacerdotes de distintas órdenes religiosas, quienes realizaron una amplia labor evangelizadora. En Bolivia, dicha actividad fue realizada en la chiquitania por los jesuitas y franciscanos.
La evangelización, mediante el uso de la música renacentista y barroca en la región de Chiquitos, permanece en el tiempo y hoy es uno de los atractivos turísticos más importantes del país.
A este valor artístico se suma la arquitectura de los templos, de estilo barroco mestizo, con preciosos retablos tallados en madera dorada e impresionantes columnas.
En 1991, la Unesco declaró a las Misiones Jesuíticas como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por su riqueza cultural e histórica.