El pueblo de Cotoca es conocido por su artesanía, especialmente elaborada en cerámica, y sus comidas típicas. También es cuna de la famosa jalea y de su amplio menú en horneados típicos del oriente boliviano.

Una de las tradiciones más enraizadas es la fe católica que los cruceños encuentran en el Santuario de la Virgen de Cotoca, patrona del oriente boliviano, donde se venera la sagrada imagen de la Virgen.

Cotoca, Iglesia estilo colonial del siglo XVIIICotoca está situada a 16 km al este de la ciudad de Santa Cruz. A través de los años ha quedado dentro del área metropolitana, rodeada por la industria del departamento que apostó por este sector para implementar empresas que tienen que ver con el manejo de ganadería, carne de corte y lecherías.

Su fiesta religiosa, Festividad de la Purísima Concepción de María, es el 8 de diciembre. A esta fiesta acuden peregrinos de Santa Cruz y de otras partes de Bolivia. Se estima que más de 300 mil personas asisten en peregrinación cada 7 y 15 de diciembre, por lo cual se corta el tráfico vehicular en la carretera que une a Santa Cruz con la ciudad de Cotoca para que los feligreses puedan caminar hasta el santuario.

La caminata de más de 16 km responde a la fe de los visitantes. “Se trata de una promesa a la mamita, pidiendo salud, ayuda en problemas económicos, estudios y otros. Se debe hacer el recorrido a pie hasta la iglesia, que está en plena plaza de Cotoca, tres años consecutivamente”, relata Margarita Vaca, vecina del lugar.

Durante toda la noche de víspera a la festividad se celebran misas en la iglesia con la participación de peregrinos, quienes ingresan de rodillas para prender una vela y realizar sus oraciones.

La leyenda relata que la imagen de la Virgen María en Cotoca fue encontrada por dos campesinos, quienes, refugiados en el monte la noche de un 15 de diciembre, vieron un resplandor proveniente del interior del tronco de un árbol y encontraron la imagen de la Virgen, que inmediatamente fue venerada por los lugareños. Posteriormente, la imagen fue trasladada hasta la iglesia de Cotoca.

La leyenda también cuenta que por las noches regresaba misteriosamente hasta su lugar de origen y por este motivo se la trasladó junto con el tronco y de esta manera dejaron de producirse las misteriosas desapariciones nocturnas.

La palabra Cotoca evoca inmediatamente en nuestra mente a la Virgen de Cotoca, patrona de la iglesia local, y la mamita de las ciudades, barrios y campos del oriente boliviano. El pueblo de Cotoca está íntimamente ligado a su Santuario, a cargo de los hermanos Dominicos, pertenecientes a la orden Predicadores.

Los principales atractivos para propios y extraños durante el transcurso del año son los deleites de la gastronomía. Con muy poco dinero se puede acceder a platos típicos del lugar, como el majadito de pato criollo, el picante de gallina criolla, acompañado del tradicional soomo o chicha, que se vende en el mercado del pueblo y también en sofisticados restaurantes que se edificaron en las veredas de la plaza principal.

LAS TRADICIONES: LA JALEA Y CERÁMICA

En la esquina este de la plaza de Cotoca se puede apreciar la jalea a la venta, una especie de manjar de leche producida artesanalmente. “Nosotras hacemos la jalea hace mas de 50 años, la elaboramos a base de leche y azúcar de caña y se vende en unas tinajas de cerámica de diferentes tamaños y precios”, explicó Gladis Rivas, comerciante de la jalea y de las masitas típicas en Cotoca.

No se puede dejar de lado otro de los atractivos que mantiene Cotoca, como la elaboración artesanal de cerámica convertida en verdaderas obras de arte, que van desde jarrones al estilo colonial o adornos de distinta envergadura, con figuras de tucanes, soles, jaguares y otros símbolos de la fauna cruceña que se pueden encontrar sobre las veredas de la plaza principal.

“Esta es una tradición que pasa de generación en generación, mi padre me enseñó a trabajar la arcilla y el barro para convertirla en productos decorativos. Lamentablemente, somos pocos artesanos que seguimos la costumbre todavía en Cotoca, ya que no significa un medio de subsistencia atrayente para muchos, ahora los jóvenes prefieren irse a Santa Cruz y trabajar en otra cosa, algunos se van también para estudiar”, comentó Juan Medina, un artesano del pueblo.

Cotoca es una ciudad tranquila, con tráfico muy reducido, donde todavía se puede apreciar el silencio en sus calles. La mayoría de su población se dedica a la agricultura y fruticultura a pesar de que el progreso también llegó al lugar, puesto que el santuario de la mamita de Cotoca se encuentra rodeado por innumerables urbanizaciones modernas y con todas las comodidades. (Santa Cruz-Cambio)