El Alto, 3 sep.- El Hombre Lobo, ha sido uno de los luchadores más intimidantes de la historia de la lucha libre boliviana. El tétrico peleador ha atemorizado a sus oponentes a lo largo de su carrera por su imponente físico y por su personaje diabólico. Y este miedo que infundía en sus rivales a veces iba más allá del cuadrilátero, sus contendientes reconocieron que sintieron pánico antes de tener un combate frente a frente con el luchador de ultratumba.
La esencia de la lucha grecorromana es presentar historias y personajes que atrapen al espectador. Es como una telenovela donde tienen que haber buenos, malos y feos. Pero en la historia de la lucha libre boliviana los que engendran terror siempre tendrán una “nota aparte”.
Durante el pasado fin de semana, paradójicamente el Hombre Lobo que pelea en el Teleférico Rojo estuvo causando terror en la Feria de la 16 de Julio, provocó pánico entre comerciantes y compradores. “El Hombre Lobo posee fuerza sobrehumana, gran resistencia a los golpes, es prácticamente invulnerable, no cae fácilmente y con un solo golpe puede derrotar a sus contrincantes”, aseguró un fanático del catchascan que constantemente asiste a eventos pugilísticos.
Según datos el Hombre Lobo posee mucha fortaleza, resistencia y casi siempre concluye invicto en los certámenes luchísticos.
Así como el Hombre Lobo, hubo muchos otros en la lucha libre boliviana. Bestias como Frankestein, la Llorona de Panamá, la Momia, Colmillo Blanco, Lobo de Paris y actualmente la Novia de Pura Pura, Panadero de Villa Ingenio, Carnicero, Guardabosques, Yatiri, Chola Condenada engendran terror por su capacidad destructiva. En la lucha libre boliviana son vistos como seres sanguinarios.
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