La Paz, 7 sep.- Bolivia es el único país que produce arroz con menor valor nutritivo, mientras que en Argentina, Uruguay y Brasil, por ejemplo, la gente consume el mismo producto con mayor cantidad de vitaminas, proteínas y minerales mediante procesos tecnológicos aplicados después de la cosecha.

Por falta de tecnología, Bolivia no produce arroz parbolizado (vaporizado), afirmó Jorge Rosales, director del Comité de Semillas de Santa Cruz.

La parbolización se obtiene tras un proceso de cocción húmeda y secado del arroz con cáscara, que le da al producto final un color semi amarillo que se pierde al ser cocinado.

Producción de Arroz en Bolivia.Según un estudio de la Facultad de Ingeniería Química e Industrias Alimentarias de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Perú, el arroz parbolizado pulido sube hasta 5% en peso comparado con el proceso común de descascarado y pulido.

La parbolización implica mejores precios de mercado porque otorga mayor poder nutritivo a los granos, debido a que en el proceso estos absorben las vitaminas, proteínas y minerales del germen, y del polvillo, explica el análisis.

Otro elemento que eleva su precio de venta es su cualidad de rendimiento, ya que presenta granos enteros, que se mantienen así hasta después de su cocción.

El aumento del poder nutritivo del arroz parbolizado también implica otras ventajas sobre el arroz común, como la mejor conservación, porque ofrece mayor resistencia al ataque de los insectos.

Entre sus ventajas está la de prevenir enfermedades como el beri-beri y otras causadas por la desnutrición; además la pérdida de vitaminas B durante el almacenamiento es menor en el arroz parbolizado que en el crudo.

La calidad del arroz para la mesa empieza desde que está maduro. Se realiza una cosecha y secado oportunos, además de un adecuado proceso de pelado con tecnología apropiada, explicó Rosales.

Otra desventaja productiva está en la limitación de riego en los cultivos, que incide en los niveles de rendimiento de cosecha.

Bolivia produce una media de 18 a 20 fanegas por hectárea (3.500 kilos), mientras que Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia tienen un rendimiento encima de la 6 a 7 toneladas por hectárea debido a que producen con sistemas de riego.

Falta de vías y transporte afecta la calidad del grano

La falta de interconexión vial y de transporte también afectan a la calidad del arroz. Cuando la carga permanece más tiempo del debido en el traslado provoca que el producto se caliente, lo que disminuye su calidad.

Estos hechos se suscitan sobre todo en tiempo de lluvia, factor climático que arruina los caminos y retarda el proceso de transporte. “Los arroces extranjeros no tienen estos problemas, sus carreteras son asfaltadas”, explicó Rosales.

Pese a estos problemas, los niveles de cultivo de arroz comienzan a mostrar cierta recuperación. Este año se sembraron 100 mil hectáreas, lo que implica un alza respecto de la gestión anterior, aunque una cifra menor a la de hace cuatro años, cuando se contabilizaron 140 mil hectáreas sembradas. (Cambio)