10 ago.- La crisis que enfrenta Estados Unidos y su posible recesión lanzaron una alerta mundial. En el país, el Gobierno determinó ayer activar un plan integral para proteger la economía nacional que incluye, entre otros aspectos, potenciar el mercado interno y un cambio paulatino de las Reservas Internacionales Netas (RIN) al oro.
La crisis de la economía estadounidense se inició en 2007 y se agravó en septiembre de 2008, cuando tuvo un fuerte colapso a raíz de la dificultad crediticia e hipotecaria que causó la quiebra de varias entidades financieras y que al mismo tiempo arrastró los valores bursátiles, la capacidad de consumo y ahorro de la población, informan medios internacionales.
El Gobierno de Estados Unidos tuvo que intervenir para salvar a las entidades de la bancarrota, inyectando cientos de millones de dólares.
Este hecho, sumado a los préstamos contraídos por el Gobierno para potenciar a sus Fuerzas Armadas, disparó la deuda del país.
Luego de varias negociaciones, a principios de mes, los republicanos y los demócratas del Congreso llegaron a un acuerdo con el presidente Barack Obama para aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos y evitar el incumplimiento sin precedente de los pagos de su deuda.
En tanto, la calificadora crediticia Standard & Poor’s bajó la calificación de la deuda de Estados Unidos de AAA a AA+ y provocó el desplome de las bolsas de valores y de los precios de minerales y del petróleo.
El presidente interino del Estado, Álvaro García Linera, reconoció ayer el inminente efecto que tendrá en el país la crisis económica de Estados Unidos y de países de la Unión Europea.
“Estamos hablando de la economía más importante del mundo (Estados Unidos), no estamos hablando de un país, estamos hablando del núcleo hegemónico planetario; entonces eso va tener repercusiones en todas partes, no cabe duda, y aquí como economía boliviana hay que prepararse para resistir el oleaje de esas crisis económica financiera norteamericana”, anunció García Linera en conferencia de prensa.
MEDIDAS
Una de las primeras medidas que aplicará el Órgano Ejecutivo será diversificar la producción nacional para que los ingresos del país no dependan exclusivamente de uno de dos o tres productos.
Esta primera acción del Gobierno apunta a acelerar los procesos de industrialización en los sectores estratégicos: minería, hidrocarburos y agricultura.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) al primer semestre de este año, los sectores extractivos (minería e hidrocarburos) concentraron el 72 por ciento de la materia exportable del país, con 2.926 millones de dólares. Hasta junio el país vendió al mercado internacional 4.003 millones de dólares.
De acuerdo con García Linera, “el riesgo de una sola materia prima (exportable es) que lo compra un solo país, (y hay) la probabilidad de que ese país tenga problemas económicos y deje de comprar materias primas, pero si tenemos productos semielaborados podemos vender a distintos países”.
También se potenciará el mercado interno impulsando la producción de manufacturas, a las pequeñas unidades productivas, a fin de mantener el nivel de crecimiento del país que, en promedio, se ubicó en los últimos años en 4,5 por ciento.
Además, el Gobierno determinó mantener el ritmo de gasto y descartó los recortes al salario de los trabajadores, los beneficios sociales, el presupuesto para la educación o aumentar la edad de jubilación, como los están haciendo algunos Estados para enfrentar la crisis. “Nosotros vamos a mantener nuestros gastos sociales, incluso vamos a mejorarlos, porque eso dinamiza la economía interna”, anticipó García Linera. Incluso dijo que “si es posible vamos a reforzar los bonos” sociales dirigidos a los sectores más vulnerables de la población (niños y mujeres).
La situación del dólar y su gradual devaluación también está incluida entre las acciones del Gobierno. En este caso concreto, el país actuará en la misma medida que lo hagan sus vecinos.
Desde principios de año, el Banco Central de Bolivia (BCB) determinó en seis ocasiones bajar la cotización del dólar estadounidense. La primera caída de este 2011 se registró el 4 de febrero (7,03 bolivianos para la venta y 6,93 bolivianos para la compra) y la sexta fue el 19 de julio (6,97 bolivianos para la venta, y para la compra 6,87 bolivianos).
El director de la Fundación Milenio, Napoleón Pacheco, dijo que la crisis en Estados Unidos está provocando “la devaluación del dólar, que tendrá su efecto en los ahorros de los bolivianos y de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que guarda el BCB”, que ya superaron los 11 mil millones de dólares.
Para aminorar los efectos de esta gradual devaluación del dólar, el Ejecutivo determinó incrementar las reservas del Banco Central en oro en sustitución de una parte de las reservas en dólares.
También —dijo García Linera— “hay que estar atentos a nuestros compatriotas, en términos de sus remesas (dinero que envían al país) y de su regreso para apoyarlos”, porque es posible que los Estados en crisis ejerzan una “mayor presión a los migrantes del mundo” para que dejen esos Estados.(Cambio)