La Paz, 5 abr.- Las interminables filas del sector público para cobrar salarios y hacer otras gestiones, que se formaban las primeras semanas de cada mes en la sucursal del Banco Mercantil Santa Cruz del pasaje Marina Núñez del Prado, en La Paz, desaparecieron con la nueva política de descentralización del pago de haberes implementada desde ayer por el Banco Unión.

En una primera y segunda fases, la banca estatal captará un total de 406.600 funcionarios públicos provenientes de los bancos Mercantil Santa Cruz y de Crédito.

Agencia del Banco Unión“Estamos atendiendo en todas las agencias, es decir que no hay agencias especializadas”, señaló la gerente general del Banco Unión, Marcia Villarroel, al referirse a dos estrategias que la entidad aplica desde el lunes.

El otro mecanismo tiene que ver con la “bancarización”, cuyo objetivo es visitar al empleado público en su recinto de trabajo con la finalidad de “registrarlo, abrirle su cuenta y otorgarle su tarjetas de débito”, para que también pueda cobrar sus sueldos mediante el uso de los cajeros automáticos.

Villarroel recordó que para facilitar aún más la atención al cliente, el Banco Unión compró 110 nuevos cajeros automáticos que serán instalados en todo el país, de los cuales alrededor del 60 por ciento estarán funcionando en las ciudades de La Paz y El Alto.

La entidad financiera estatal inauguró el viernes, en la plaza Isabel la Católica, su primera megaagencia de las cuatro que tendrá en La Paz y El Alto, que estarán ubicadas en zonas como San Miguel y en el popular pasaje Núñez del Prado, que está en pleno centro paceño y que antes pertenecía al Banco Mercantil, entidad que utilizaba este recinto para concentrar el pago de sueldos al sector público.

“El banco, en términos de cartera, es una entidad que tiene opciones para todos los segmentos, desde el micro crédito, pymes, vivienda, pero fundamentalmente este año se orientará al sector productivo, sobre todo al de alimentos”, puntualizó Villarroel.

En septiembre de 2010, el Gobierno nacional consolidó la propiedad del 97,4 por ciento de las acciones del Banco Unión, luego de un acuerdo firmado entre el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, y las firmas Petricevic y Saavedra.

En ese sentido, el Estado hizo un pago de 13,1 millones de bolivianos o aproximadamente 1,5 millones de dólares para hacerse de la mayoría accionaria del ente financiero.

El grupo Petricevic tenía una participación accionaria del 9,5 por ciento y Saavedra llegaba a 4,7 por ciento, que sumados representaban el 14,2 por ciento del total de las acciones que pasaron al Estado.(cambio)